La Malinche (leyenda)
Se conoce con el sobrenombre de Malinche a Malintzin, mujer indígena hija de un cacique que la entregó como regalo a los conquistadores españoles (probablemente creyendo que se trataba de dioses, como relataban diversas profecías de las culturas mesoamericanas).
Los españoles bautizaron a esta mujer como Marina, y se sirvieron de ella como traductora de algunas lenguas indígenas. La Malinche, como se le ha conocido despectivamente, fue concubina de Hernán Cortés, conquistador de la gran ciudad mexica de Tenochtitlán. Gracias a la Malinche, los españoles tuvieron acceso información acerca de costumbres y otros aspectos culturales de los diversos pueblos que habitaban el actual territorio de México.
Se dice que la Malinche y Hernán Cortés tuvieron un hijo (el cual no fue legítimo), bautizado como Martín Cortés. Posteriormente, Malintzin y Hernán Cortés se separaron y Malintzin tuvo una hija con un capitán español, quien recibió el nombre de María Jaramillo.
Se dice que la Malinche tuvo, como regalo de bodas con dicho capitán, un extenso terreno en las inmediaciones de lo que hoy es el bosque de Chapultepec.
Las características y acciones de la Malinche como personaje histórico se han tergiversado con el paso de los años. Actualmente se la toma como una traidora que ayudo a los españoles a comprender mejor la forma de vida de los indígenas, a la vez que era amante de Cortés.
Así mismo, la leyenda de la Malinche se ha mezclado con otras, como el de la Llorona; llegándose a afirmar, en ciertas variantes, que se trata del mismo personaje, y que los característicos lamentos de la Llorona corresponden al remordimiento de la Malinche por haber traicionado a su pueblo. Sin embargo, poco se sabe en realidad acerca del personaje histórico, ya que, en condición de mujer indígena, no jugó un papel trascendental en la lucha entre mexicas y españoles.